domingo, 29 de junio de 2008

Descubrimiento




Descubrir que
los cimientos del pasado
son la base de mis pies
que el dolor y el amor
dibujan en el alma
su sentido
con dedos invisibles,
que las marcas y las huellas
nos hacen sabios
nos hacen fuertes
nos hacen distintos y hermosos.
Descubrir que
para seguir andando
no puedo ni quiero borrarte
que debo abrazarte contra mi pecho
y guardarte ahí,
en el rincón en donde miro
cuando busco belleza,
en donde encuentro una razón
para cada uno de mis pasos.

Como queda patente tras estas palabras, por fin a día de hoy las huellas han quedado borradas. O mejor dicho, no he borrado huellas, he aprendido a amar las muescas que la vida, y en este caso el amor, han ido dejando en mi corazón, labrándolo y puliéndolo para hacer de él esa piedra preciosa y única que todos llevamos en el pecho. Y lo más hermoso es que algo tan sencillo como esto me lo ha enseñado él con todo su amor, han sido sus dedos quienes han dirigido mi rostro en la dirección adecuada. Sin necesidad de borrar nada, al contrario, aprendiendo a guardar las huellas de sus pasos en mi alma como un regalo, como uno de esos extraños dones que encontramos durante nuestro devenir en este mundo tan parco en ternura.
Por eso es el momento de cerrar etapa, una vez más es el momento de sufrir una metamorfosis, de abandonar las arenas grises de esta playa y continuar caminando hacia adelante.
...otro cambio más, porque de eso se trata el hecho de estar vivo,¿no?De transformarse, de mutar en busca de qué se yo, ¿terminar siendo una mariposa? ¿o nada más se trata de aprender la técnica de volar?
En cualquier caso si sé que es la hora de mudar la piel. Los amigos que me van acompañando hace tiempo ya saben de estos cambios de color en los cuales me quedo cada vez un poco más desnudo ante sus ojos como los hombres de todas esas bellas fotografías que ilustran mis palabras. Desnudos siempre, porque no hay nada que ocultar y sí mucho bello que mostrar, como ocurre con tantas y tantas cosas.
Para ellos y agradeciendo su bendita paciencia, queda aquí la llave para mi siguiente rostro:



y para el resto de caminantes de esta playa, gracias, de corazón, por acompañarme en estos pasos.
Ahora vamos fuera, deja las ventanas abiertas.
Es verano y el sol se me cuela por los rincones deslumbrandome los ojos...

8 comentarios:

pon dijo...

Te conocí noche y dia, después con el sol en tu espalda, luego borrando huellas en la arena....cada vez es una triste despedida a una casa entrañable llena de luz y calma, donde las palabras se convierten en sonidos hermosos imaginados y susurrados por un jardinero especial. Ahora vuelves a mudarte; al final de todo, lo importante es el camino. Y poder seguir viendo cómo caminas y a veces coincidir en el sendero, es lo mejor de todo.
Como dejas las ventanas abiertas, como siempre cuando necesito silencio y belleza vuelvo y me siento un rato, como en tus otras moradas.
Voy a visitar tu nueva casita.
Un beso grande, jardinero virtuoso.

Anónimo dijo...

La mariposa arrebatada; te seguiré las huellas.

Sobre el pasado, vimos una película este fin de semana. "Memorias de Queen". Decían que era muy buena muy buena; yo apenas pude llegar al final, porque... un aburrimiento, salvo una cosa o dos, en la narrativa de la historia.

Pero el caso, sobre el pasado, es que la carátula de la película decía: "lo peor que le puede pasar al presente es el pasado".

Eso dice, y será cierto para algunos, pero hay que aceptarlo, ponerlo en un algún lugar y acabar con él para poder seguir sin que duela demasiado. No sé, el caso es que me alegra mucho haber coincidido contigo, virtuoso; las horas.

Besos "en esta playa de tu vida"

Anónimo dijo...

Hace...¿algo más de un año quizá?, llegué por vez primera desde la montaña de Pon, a un lugar en cuya entrada podía leerse "Night
and Day". Me impresionó tanto la belleza y la sensualidad de aquellas palabras y aquellas imágenes que jamás osé dejar una simple coma de mi presencia. Era como participar de una intimidad deslumbrante cantada al gran espíritu del Amor.
Así he acompañado, desde mi silencio y mi admiración, las continuas transformaciones.
Y así creo que seguiré en adelante.
Porque a veces,
cuando encontramos un tesoro, no damos las gracias a quien pudo ponerlo ante nuestros ojos, más bien miramos al cielo y agradecemos de otra forma esa enorme suerte y ese regalo.

(Me siento a tu lado Pon, sí en la esquinita desde donde se ve la crisálida, prometo no hacer ruido... )

Adnamarrr dijo...

Querido amigo, me encantan tus palabras como siempre, es tan profundo y tan cierto todo lo que dices...evoluciona, sigue adelante siempre sin olvidar nunca el pasado, "conviviendo con esas muescas" como bien dices.
Te segurire, nos reencontraremos en tu nueva casa. Muchos besos y mucha suerte.

d2 dijo...

Como visitante, nunca supe lo que tenía de real cada uno de tus escritos. Tampoco importaba, simplemente te leía y disfrutaba. Disfrutaba a mogollón, me encantaron TODOS. Ahora que quieres, me faltan. Si, ya sé que detrás de cada una de las palabras hay un tío, magnifico por cierto, y que ese hombre evoluciona y cambia y está vivo y se mueve y…. se marcha… y me deja sin mi ración semanal de gozada a borbotones…. simplemente por la chorrada inmensa de que es mas feliz….. Pues… ¿que quieres? Me alegro, desde la tristeza, pero me alegro. Gracias.

Cyllan dijo...

Cuantos adioses y holas, que mudable tú. Pero en el fondo supongo que siempre el mismo. Voy a seguirte seguramente también en esta nueva transición.
Respecto al texto, el pasado como un tesoro a guardar y del que aprender, estoy de acuerdo.

Juan Duque Oliva dijo...

Pues estaba leyendo de abajo arriba y vaya sorpresa que te has mudado, voy al otro, me estaba gustando mucho

Besos

Anónimo dijo...

Espero que aquellas cosas que en breves instantes he dicho hayan tambien quedado como huellas (asi solo sean pequeñas) en tu vida y por lo menos no te hayas olvidado de esta parte del mundo que aun sigue leyendo tus escritos.
Ojala sigas comunicandote conmigo, no solo por medio de los blogs sino tambien por el messenger: muerelibre30442@hotmail.com
Un fraternal abrazo.